Miles de personas acudieron a la marcha del 27F, promovida desde Juntos por el Cambio, con la idea de protestar, básicamente, contra la politización del plan de vacunación «más grande la historia». Hubo una concentración principal en Plaza de Mayo, que terminó jugando a favor del Gobierno con una polémica escena con bolsas mortuorias: Aunque en la leyenda se leía que eran los supuestos cadáveres de la gente que no se vacunó, el nombre de los dirigentes del FdT estaba en una letra mayúscula, lo que a primera vista parecía ser un pedido de muerte para personalidades como Estela de Carlotto.
El Gobierno no tardó en explotar este pésimo mensaje elaborado por una agrupación del macrismo, mientras continúa celebrando una espectacular campaña de marketing con la vacuna, que por cierto sólo la da del Estado. Es ganancia pura, salvo por el escándalo del vacunatorio VIP, que derivó en la renuncia de Ginés González García al frente del Ministerio de Salud, sin que esto conllevara un pedido de disculpas por sistema paralelo que desarrollaban Nación y las provincias (de PBA a Jujuy) para funcionarios y militantes.
La convocatoria fue respaldada por la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, mientras el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, avaló la manifestación. La exministra de seguridad se vio acompañada por el bloque de diputados. Entre ellos María Luján Rey, madre de una de las víctimas de la Tragedia de Once. También estuvieron referentes del PRO como el ex intendente de Morón Ramiro Tagliaferro. En otros puntos del país hubo réplicas locales. El jefe de bloque de JxC de Ituzaingó Gabriel Pozzutto se sumó a la marcha de protesta en la Plaza 20 de Febrero.
La marcha también fue difundida en redes sociales con el hashtag #27F y #27FYoVoy, mientras que otros sectores, como Republicanos Unidos, integrado por Ricardo López Murphy, Yamil Santoro y Darío Lopérfido; o el propio Javier Milei, se sumaron a la convocatoria. Portando banderas argentinas y carteles con consignas como «no al comunismo» y «basta de mantener vagos», los manifestantes se concentraron a las 17 en la plaza de Mayo.
La Polémica
Algunos de los participantes del 27F, instalaron frente a la Casa Rosada bolsas negras rellenas con forma de cadáveres a las que encima les imprimieron distintos nombres. En un cartel figuraba Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, otro hacía alusión a «los pibes de La Cámpora» y también había uno que llevaba como etiqueta «El sobrino de Ginés».
El presidente Alberto Fernández advirtió que «la forma de manifestarse» en democracia «no puede ser exhibir frente a la Casa Rosada» bolsas mortuorias «con nombres de dirigentes políticos» y afirmó que ‘esta acción lamentable solo demuestra cómo muchos opositores conciben la República».
«No callemos ante semejante acto de barbarie», pidió el jefe de Estado en su cuenta de la red social Twitter en alusión a las bolsas. El Presidente escribió: «La forma de manifestarse en democracia no puede ser exhibir frente a la Casa Rosada bolsas mortuorias con nombres de dirigentes políticos».
Consultada sobre la polémica representación y la respuesta oficial en las redes, Patricia Bullrich indicó: “Primero que el Presidente eche a los funcionarios que provocaron este vacunatorio VIP. El Presidente no tuvo indignación por la vacunación VIP y tiene indignación por algo que a mí no me gustó”.
“Si el Presidente tuviese la autoridad moral de haber criticado fuertemente este tipo de vacunación y mañana (en la apertura de sesiones ordinarias) tiene la oportunidad de pedir perdón a toda la sociedad e ir contra aquellos que violaron la norma y pedirles la renuncia, entonces yo le daría la autoridad al Presidente de criticar una acción”, consideró la presidenta del PRO.