Vecinos estallaron frente a la casa del supuesto jefe de una asociación ilícita que estafó a 200 personas a través de una concesionaria de autos trucha de Merlo. Ayer hubo una manifestación en la puerta pero hoy hubo quema de neumáticos.
La organización simulaba tener una agencia y vendía por redes sociales autos usados, pero cuya operatoria en realidad era obtener anticipos sin entrega.
Policías armaron un cordón frente a la vivienda ubicada en Constitución al 700. «Que no se meta con nosotros que somos los damnificados. Nos cagaron la guita. Están adentro cagándose de risa», dijo un hombre al canal TN.
«Señé un Volkswagen Gol con 20 mil pesos. Con el tiempo vi que el mismo auto lo volvieron a publicar en Facebook. Supuestamente me lo tenían que entregar hace unas semanas y me dijeron que estaba en proceso de aprobación. Y el mismo auto se lo vendieron a mi hermano», denunció.
Otra familia pagó un anticipo de compra de un Chevrolet Onix Joy y pasó por la misma situación. En ese caso, denunciaron que les dijeron que el trámite estaba demorado por el grabado de autopartes y la verificación técnica. Sin embargo, el mismo vehículo figuraba todavía en venta en las redes.
La investigación se inició con la denuncia ante la Fiscal 3 de Morón, Valeria Courtade, que daba cuenta de una de las de alrededor de 40 estafas detectadas, que se habrían realizado mediante Facebook desde la presunta concesionaria.
La organización delictiva cometía las maniobras desde una casaquinta en el oeste del Gran Buenos Aires, donde captaban a las víctimas y obtenían señas de 20.000 a 40.000 pesos para iniciar la supuesta compra que nunca se concretaba.
La banda, que estaría compuesta por unas diez personas, reunía varios autos y los ponía en el lugar como exposición de una falsa venta para que las víctimas los vieran y creyeran que se podía hacer la transacción con muchas facilidades.
Siempre usaban los nombres de grandes automotrices para tener peso en sus maniobras y de esa forma engañar al comprador y que fácilmente haga el depósito de dinero para la adquisición de autos, lo que finalmente no ocurriría.