Fernández conoció los medidores de CO2 de la UNAHUR: «Tenemos que ser capacidad de construir nuestra propia tecnología»


Un día después del arranque del ciclo lectivo, el presidente Alberto Fernández visitó hoy la Universidad Nacional de Hurlingham (UNaHur) donde se producen los Medidores de CO2 (dióxido de carbono) “Aire Nuevo”, que permiten disminuir riesgos de contagio de Covid-19 en lugares cerrados.

“Nosotros tenemos que ser capaces de construir nuestra propia tecnología, y para que lo logremos, la educación pública es central”, reflexionó el mandatario, e indicó que “no hay mejor inversión que podamos hacer que invertir en la educación de nuestra gente”.

El Jefe de Estado estuvo acompañado por el secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk; y el vicerrector a cargo de la UNaHur, Walter Wallach; además de los intendentes de Hurlingham (Zabaleta), Morón (Ghi), Merlo e Ituzaingó.

El sistema fue desarrollado por estudiantes y profesores de las carreras de Diseño Industrial, Ingeniería Eléctrica e Ingeniería Informática de la UnaHur.

“La universidad pública dio todos nuestros premios nobeles y sigue teniendo emprendedores, científicos, técnicos capaces de desarrollar un aparato como ese” que “nos puede cuidar y salvar la vida a muchos”, dijo el Presidente.

“Esto le puede servir a miles, a millones, esto puede servir para una escuela, pero también puede servir para las oficinas públicas, para los lugares donde están nuestros abuelos, los geriátricos, y para las fábricas. Esto lo hicieron ustedes, porque el Estado les abrió las puertas de una universidad donde poder encontrarse y desarrollarlo”, señaló.

Los medidores de dióxido de carbono sirven para establecer el CO2 como un indicador de la ventilación, y de esa manera poder controlar si hay suficiente renovación de aire en aulas, salones y demás espacios comunes en las escuelas.

En el marco del retorno a las clases presenciales, se trata de una herramienta para ayudar a reducir los riesgos y así evitar contagios, ya que permiten brindar información en tiempo real sobre las necesidades de ventilación en cada una de las aulas o salones de los establecimientos educativos.

Un monitor de CO2 puede estar fijo en un ambiente como también utilizarse para medir valores de distintos espacios, por lo que es necesario seguir los protocolos de manera de que la medición sea representativa del valor de dióxido de carbono de cada ambiente.

En los colegios cuyas aulas salen a pasillos cerrados es importante controlar el nivel de CO2 en los mismos, ya que caso contrario transfieren el aire exhalado entre las aulas.

El aparato se conecta a una batería similar a la de un teléfono y se coloca a 1,5 metro de altura, lejos de las aberturas. Está diseñado para que cuando supere las 800 partículas por millón suene una alarma, límite del aire respirado en ese espacio en función del CO2.

En este contexto, si en dicho lugar se encuentra un asintomático con coronavirus, puede haber peligro de contagio. Así, si la concentración supera ese número, hay que ventilar el ambiente y en caso de que el indicador no descienda, proceder al desalojo del aula.

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