Tras una jornada de largas reuniones entre legisladores y ministros de Axel Kicillof, la oposición decidió no bajar al recinto para tratar la ley impositiva y la negociación seguirá el viernes, cuando todas las partes vuelvan trabajar para introducir cambios en el texto.
Las primeras reuniones arrancaron por la mañana. Mientras los medios daban cuenta de los altos porcentajes de aumentos en algunos segmentos, el Ejecutivo enviaba a sus ministros a dar entrevistas negando que se trate de un tarifazo. Pasadas las 23 y lejos de un acuerdo se puso fin a la negociación para retomarla el viernes.
Por la tarde, los ministros Pablo López (Hacienda) y Cristian Girald (Agencia de Recaudación) arrancaban una ronda de diálogo con los legisladores para explicar el el proyecto y evaluar algunos cambios. Luego se sumaría a esas reuniones Carlos Bianco (Jefe de Gabinete).
Kicillof no puede dilatar demasiado la aprobación del proyecto de ley. La idea es que apenas aprobado sea publicado en el Boletín Oficial para que los nuevos porcentajes empiecen a regir a partir del primer día de enero. Según trascendió, si el viernes no se llega a un acuerdo, habrá otro intento el lunes.
El gobierno siempre estuvo abierto a la posibilidad de cambios. El problema es que los plazos que exigía el Ejecutivo no dejaba lugar a introducir esas modificaciones y votarlas en el recinto. En paralelo, los técnicos del ministerio de Hacienda y la Agencia de Recaudación evaluaban el impacto que tendrían cada modificación que proponía Juntos por el Cambio.
Las modificaciones que pide la oposición son varias y algunas demasiado técnicas. Entre ellas, se mencionan cambios en el esquema de topes segmentados. Desde la oposición se enfocan en el impacto que tendrá el Inmobiliario Rural, un sector afin a Juntos por el Cambio. También plantean cambios en Ingresos Brutos, puntualmente en el porcentaje de aumentos en medicamentos y los servicios profesionales.